Es importante que nos preguntemos quienes somos para valoranos como personas.
¿Quién soy yo?: El valor de la persona y la autoestima
"Persona" es un concepto muy usado, pero al que se le han dado
diversos sentidos, incluso contradictorios entre sí, de tal modo que la
valoración y el trato a las personas dependen de la concepción que
tengamos de dicho concepto.
Etimológicamente, viene del griego “prosopon”= rostro, cara, figura:
la máscara que usaban los actores de teatro. Fue la reflexión cristiana
la que dio, en nuestra cultura occidental, toda la riqueza y profundidad
a este término, partiendo de que cada hombre es una imagen única e
irrepetible de Dios, y de ahí el valor y la dignidad que cada hombre
tiene: es un ser capaz de amar y de pensar, de ser libre y responsable
de su propio destino.
Cuando tenían 15 años estaban influidos por los cambios tan rápidos
que experimentaron. Sus inquietudes, sus sentimientos cambiantes hacían
de ustedes mismos su principal problema, con el paso de los años se va
teniendo una idea más clara de sí mismo y de la relación con las demás
personas. Se va adquiriendo más habilidad para comunicarse, para
escuchar, para hablar de sí mismo y para expresar los sentimientos, se
va adquiriendo la capacidad para dar tus propios puntos de vista.
Este tiempo de búsqueda es un proceso que se lleva a cabo con el
avance de la edad, es un momento muy importante empezar a descubrirse
como personas para poder considerar a los otros como personas, a
cuestionarse sobre ¿quién soy?, ¿cómo soy?, ¿a dónde voy?, ¿de dónde
vengo?.
Es importante auto conocerme (¿Cuáles son mis debilidades, defectos,
aptitudes, actitudes, valores, aspectos positivos, negativos?) para
poder tener como plataforma la seguridad en mí mismo y para relacionarme
con los demás.
Existen 3 aspectos importantes que integran a la persona humana: el
físico, el psíquico y el espiritual. Estos aspectos no están
desarticulados, sino más bien, están integrados y armonizados entre
ellos.
1. Aspecto físico (mi cuerpo): Abarca todo lo relacionado con mi
cuerpo y mis instintos, por ejemplo: dolor, hambre, sabor, placer,
tacto, sexo, etc.
2. Aspecto psíquico: Abarca mis sentimientos y emociones, como amor, alegría, rencor, tristeza, entusiasmo, enojo, etc.
3. Aspecto espiritual: Abarca mi inteligencia y voluntad; por medio
de estas dos herramientas puedo aprender tantas cosas de la vida como de
la escuela, pero lo más importante es que por medio de ellas puedo
pensar, analizar, saber qué es lo que me supera y me destruye, cuáles
son mis ideales y valores a fin de trabajar por conseguirlos y
fomentarlos.
Ninguno de estos aspectos es más importante que los otros. Los tres
son muy importantes y deben de estar en armonía. De esta armonía va a
depender la madurez de la persona.
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