Hoy acabamos con nuestro balance de la Semana Santa ya que el Domingo de Resurrección también fue en blanco.
El Sábado Santo se presentaba con una baja, un virus dejaba a Raúl en casa.
Aún así los que quedábamos poníamos caminito de Gerena, para nosotros es un auténtico placer estar allí ya que cada año nos acogen mejor, el trato es inmejorable.
Una vez el Santo Sepulcro se puso en la calle solo nos quedaba disfrutar, cuadrilla de categoría la que se junta allí cada año, gran cuerpo de capataces y si a eso le sumas las Nieves de Olivares y marchas fúnebres, da como resultado lo que vivimos allí. Muchos nos dicen que si nos merece la pena desplazarte trescientos y pico kilómetros para sacar un paso en un pueblo y ya os digo yo que sí. Gracias a la gente de Gerena porque nos trata como si estuviéramos en casa, y si Dios quiere el año que viene estaremos allí otra vez para darle gloria al Señor de la Paz.
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