144.000 minutos, tan solo 2.400 horas, tan solo... tan solo 100 días para que tras una cruz alzada, cientos de pequeños hebreos inunden las entramadas calles de Andalucía. En Granada cruzarán el Arco de Elvira anunciando con palmas y olivos la llegada del Salvador.
100 días.
100 días para que busquemos sitio junto al dintel del Perpetuo Socorro vestidos de blanco unos, de negro otros; pero eso sí, para que nos veamos todos allí y juntos disfrutemos de ese inigualable comienzo. 100 días para que nos recorra la emoción y los nervios de ser testigos y partícipes de una nueva Semana Santa. 100 días para que sintamos lo que únicamente conoce el que lo vive, el que lo siente; aquello que no somos capaces de transmitir al que no le recorre por las venas ese bendito veneno, esa sensación inexplicable, esa foma de vida, esa emoción que te embarga cada Domingo de Ramos, que recordarás un año entero y esa ilusión que te llena de vida, 100 días... tan solo 100 días para que sea Semana Santa en Granada.
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