viernes, 31 de mayo de 2013

Presentación del Cartel del Corazón de Jesús y del Corazón de María

Presentación del cartel de la hermandad de los Sagrados Corazones de la ciudad de Granada, anunciador de su próxima salida procesional el 8 de junio desde la Iglesia del Sagrario a cargo de Roberto Marfil. 


Buenas noches, quisiera comenzar dando las gracias a todos los que habéis confiado en mí para que sea yo quien ponga la voz a esta nueva presentación, y que aunque es una gran responsabilidad, también es un gran honor presentarles el cartel del Corazón de María, también gracias a mis amigos por compartir este momento conmigo, a todas las personas, (costaleras, costaleros y hermanos) presentes en este acto, y por último a una persona especial para mí como es mi pareja, que me ha ayudado a escribir estos párrafos de sentimiento.
Anecdótico  fue el momento en el que un miembro de junta de gobierno se puso en contacto conmigo para proponerme esta presentación:
Una llamada perdida como otra cualquiera de mi amiga “Leti”, y al llamarla y ponerme en contacto con Ella, sin tener opción a preguntar el motivo de su llamada, con tono imponente me dijo: “finito tienes que presentar el cartel del Corazón de María”.
5 segundos después contesté: ¿Cómo?, ¿Yo?, uff, Yo no “Leti”, yo no soy capaz de eso, y me volvió a decir, ¡Sí, finito!, que Tú para escribir y hablar eres el idóneo y en el fondo te gustaría hacerlo.
Total después de recuperarme del asombro por la proposición y habiéndolo asimilado, pensé rápidamente que sería el mejor momento para expresar el sentimiento que llega a transmitir un rostro y una mirada de un perfil tan bello.
Una vez contado este hecho anecdótico de cómo he llegado hasta aquí para presentar este acto, doy paso a describir ésta instantánea y contar un poco de la historia de la Advocación del Corazón de María:

Esta imagen fue creada por el escultor granadino, Miguel Zúñiga Navarro en el año 2004.
Difícil tarea tiene el fotógrafo, conseguir en un instante…. en milésimas de segundo plasmar en una instantánea la bella imagen que tenemos frente a nosotros, de esta manera, Alejandro Tapia Dumont ( a quien debemos esta fotografía) nos muestra el rostro de María; un rostro joven, sereno, lleno de paz…. Sin lágrimas, con expresión tranquila, mirada serena y labios dulces…Tranquilidad que seguro proviene de la alegría de una madre al saber que su hijo resucitó después de tanto dolor y sufrimiento; todo lo que en esos días fue penitencia ahora es gloria, es la victoria de la vida sobre la muerte.
María madre de Jesús y nuestra, nos enseña hoy su Inmaculado Corazón que arde de amor por todos nosotros y que rodeado de flores blancas nos muestra su pureza y atravesado por una espada nos invita a vivir el camino de la alegría pero también del dolor. Ella meditaba en su corazón la palabra del Señor, que era como un pan que la alimentaba en su intimidad.
Aquí encontramos la enseñanza para nosotros, con el esfuerzo de su divino corazón por entender la palabra de Dios, María nos enseña como acogerlo y alimentarnos de su palabra, como debemos de vivir saciándonos de su palabra y su enseñanza.
María conservaba en su corazón todo lo relacionado con su hijo, desde el anuncio del ángel de su maternidad hasta su muerte en la cruz. María jamás olvidaría los acontecimientos que rodearon la muerte de Jesús ni las palabras que éste le dijo antes de morir: “mujer he ahí a tu hijo”, y al mirar a Juan ella nos vio a todos nosotros. Vio a todos los hombres y desde ese momento nos amó con su corazón de madre.
La devoción al corazón de María nos lleva a tratar a nuestra madre con la sencillez de los niños pequeños que acuden a sus madres en todo momento, no solo se dirigen a ellas para algo bueno o porque necesitan algo, sino también cuando están en apuros. Las madres ayudan a resolver los problemas más insignificantes, y ellas lo han aprendido de nuestra madre del cielo.
Espero no defraudaros con la sencillez de mis palabras y estar a la altura de todos aquellos que me han precedido en este estrado y han desnudado su alma. Palabras que me nacen del corazón, es el sentimiento más profundo y puro; y este sentimiento hace posible que nos unamos como hijos de Dios y anunciemos su mensaje de salvación, porque en definitiva, este fue el motivo de la muerte de Jesucristo, salvar a la humanidad.
Y es este sentimiento, esa fe la que nos va uniendo a todos en esta forma de vida cristiana y también es esa fe la que nos ha unido aquí esta noche para ver este cartel.
Ante tu trono nos postramos suplicantes, seguros de alcanzar misericordia, de recibir tu gracia y el auxilio oportuno. Después de su entrada en los cielos el amor del corazón de María se dirigió primero a su hijo Jesús pero también se extiende a toda la humanidad que su hijo le confió al morir, por eso la veneramos para que nos ayude en este camino, que es la vida hasta llegar a Jesús.
La fiesta de su Inmaculado corazón nos remite de manera directa al Corazón de Jesús, ya que María todo lo dirige a su hijo; los Corazones de Jesús y María están unidos en el tiempo y la eternidad. María nos invita a confiar en su amor de madre, venerar su Inmaculado Corazón es un símbolo del amor a Dios y a los demás.
La iglesia nos enseña que el modo más seguro de llegar a Jesucristo es por medio de María; ella nos enseña a abrir nuestros corazones, el pecado endurece el corazón y permite al espíritu maligno apartarnos del amor, por eso Dios prometió: “os daré un corazón nuevo, infundiré en vosotros un espíritu nuevo, quitaré el corazón de piedra, os daré un corazón de carne” (Ezequiel, 36:26)
Tres pastores de Portugal indicaron que la virgen María se les presentó, dejando mensajes que luego serían dados a conocer al mundo entero de boca de sor Lucía.
En diciembre de 1925, la virgen se le apareció a Lucía, vidente de Fátima y le dijo: “yo prometo asistir a la hora de la muerte con las gracias necesarias para la salvación a todos aquellos, que en los primeros sábados de cinco meses consecutivos se confiesen, reciban la sagrada comunión y recen la tercera parte del rosario, con intención de darme reparación”.
Nuestra madre en su tercera aparición dijo a Lucía: nuestro señor quiere que se establezca en el mundo la devoción al Corazón Inmaculado, si se hace lo que digo se salvarán muchas almas y habrá paz. La pequeña Jacinta presentía que llegaría su final en este mundo y en una conversación con Lucía, ella que apenas contaba con diez años dijo: a mí me queda poco tiempo para ir al cielo pero tú te quedaras aquí para dar a conocer al mundo que nuestro señor desea que se establezca en el mundo la devoción al Corazón Inmaculado de María. Diles a todos que pidan gracia por medio de ella y que el corazón de Jesús desea ser venerado juntamente con el corazón de su madre.; insísteles en que pidan paz por medio del Inmaculado Corazón de María, pues el Señor ha puesto en sus manos la paz del mundo.
El papa Pío XII, el 31 de Octubre de 1942, al clausurarse la solemne celebración en honor a las apariciones de Fátima, conforme al mensaje de éstas, consagro el mundo al Inmaculado Corazón de María.
Así mismo, el 4 de Mayo de 1944 el Santo Padre instituyó la fiesta del Inmaculado Corazón de María, que comenzó a celebrarse el 22 de Agosto. Ahora tiene lugar el sábado siguiente al segundo domingo de Pentecostés.
No quisiera acabar este acto sin hacer referencia al significado que poco a poco y con mucho esfuerzo le estamos propinando los jóvenes al mundo cofrade.
Precisamente en este mundo cofrade que a veces se presenta muy complicado para esa salvia nueva, con ideas e ilusión, y que por desgracia no se deja prosperar como fuese debido, quizás por miedo a que sea reemplazado lo antiguo (que a veces es necesario) y así evolucionar según los tiempos que corren, o quizás, por falta de confianza en esa gente joven que componen la mayoría de cofradías tanto, de penitencia como de gloria.
Por suerte en esta Cofradía esa salvia nueva (de la que anteriormente he hablado) ha calado en su interior, y desde dentro se respira un sentimiento renovado, un trabajo largo por hacer, pero sobre todo, una ilusión y ganas de querer a sus Titulares.
Y eso es gracias a ese grupo de jóvenes que a través de su Junta directiva se ha puesto al mando de este barco y que, con mucho trabajo y dedicación están consiguiendo pasito a pasito, dar un soplo grande de aire fresco a esta Hermandad.
Una ilusión que se ve en el rostro de su Hermano Mayor, y que se funde en su temperamento por hacer las cosas como es debido, su sabiduría y sus pequeñas “locuras” que hacen de Él una persona con gran proyección pese a su juventud.
La misma ilusión que  veo en los rostros de Oscar y Raúl, capataces de los pasos que portan a nuestros  Titulares, y como no, esa ilusión la veo reflejada en esos costaleros, mis Hermanos costaleros.
Hermanos costaleros, algunos muy jóvenes y aún con mucho que aprender, pero que lo que les sobra y con creces, son esas ganas de pasear como se merece a María.
Y esas ganas e ilusión se convierten en nervios cada último de primavera, que curioso hermanos, ¡¡ vuelve a reproducirse la misma sensación que tuvimos, cuando comenzó esa primavera!! , pero ahora es distinto, ahora María no llora de tristeza, ahora María nos muestra su corazón y nos guía para quererla.
Llega el momento de pasear su rostro para que los cofrades la vean, y mi cuadrilla se prepara para quererla, quererla bajo el paso, de una forma costalera.
El capataz llama y nos vamos al cielo con Ella, ahora si Madre, mi sentimiento se acrecenta, llevándote en volandas para que Granada te vea, y poco a poco la puerta se acerca, y tras recorrer unos metros escasos ya estás fuera sin darnos cuenta, y comienza a sonar una marcha y se repitió la historia como cada último de primavera. He dicho.


Desde aquí, un fuerte abrazo a nuestro amigo Roberto, te deseamos la mayor suerte en tus futuros proyectos.

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