Y por fin llegó nuestro día y un año más mirabamos al cielo, ¿se quedará dentro otra vez nuestra hermandad?. Pronto empezaba nuestra mañana, tras pasar por las capillas para ver a nuestros titulares, nos dábamos un paseo hasta el CEACO para darnos un masajito pre-salida. Desde el blog agradecer el trato recibido por el equipo del centro. Tras el masajillo poníamos caminito de nuevo hacia las capillas para ver que se hablaba del tiempo. Todo estaba listo y la idea era clara, SALIMOS.
Este año la familia comenzaba con algo que esperamos que se convierta en tradición como la foto del Perpetuo Socorro, este año por primera vez compartimos nuestro almuerzo de Jueves de Redención, con mis hermanos, con los que durante el año somos una familia mas allá de los pasos.
Tras almorzar tomábamos rumbo a las capillas. La tarde parecía que nos iba a respetar y así fue.
Este año la cuadrilla estaba mas unida que nunca, como hermanos en aquel rincón disfrutamos de las previas como pocas cuadrillas, estoy seguro, han disfrutado.
Tras la reunión de la junta para ver si se salia o no y la incertidumbre, la hermandad se ponía en la calle.
Del Jueves Santo me quedo con tres momentos, la llegada al Puente Romano, el rezo espontaneo bajo el paso en la Virgen de las Angustias, y la última marcha trabajada en Ganivet, ESPECTACULAR.
Desde aquí darle la enhorabuena a la CUADRILLA, ya que se paseo al Señor, ya que dio la cara, ya que por fin después de muchos años de luchas y de peleas bajo el Señor y la Virgen hubo una verdadera CUADRILLA. Desde aquí dar la enhorabuena a todos y aunque a muchos les reviente, decirles que nos sentimos ORGULLOSOS de haber estado ahí abajo, y de haber sufrido los kilos benditos del Señor.
Cosas buenas muchas, pero cosas que mejorar también, poco a poco.
Tras el regreso poníamos fin a tres años de trabajo, y gracias a Dios el Redentor y Nuestra Salud nos dejó cumplir con nuestra Estación Penitencial.
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